La mayoría de los cambios (tanto organizacionales como personales) fracasan, pues que cada cambio implica el fenómeno "valle de las lágrimas" - una fase que requiere una mayor inversión de energía y en el mismo momento el sistema sufre una crisis de bajo rendimiento. En esta fase de estrés, se pierde la vista al horizonte, se cuestiona el sentido del cambio y también la propia capacidad de lograrlo. Por eso el manejo de cambio es una disciplina especializada, que acompaña al sistema desde el diseño del cambio hasta su culminación exitosa.El proceso requiere la integración de varias disciplinas:
- Diseñar y comunicar la nueva visión asegura coherencia en el proceso y evita que se gasta energía valiosa con malentendidos y correr en la dirección equivocada. Es la tarea exclusiva de los lideres de la organización.
- El manejo del proyecto con instrumentos profesionales como: talleres de planificación, reuniones de seguimiento del avance, presentaciones ante el directorio, evaluación del impacto y ajustes. Es un requisito necesario, pero no suficiente en un proyecto de cambio.
- Con el "manejo de energía" se cubre todos los fenómenos psicológicos y sociales que surgen en el viaje. Cambios en una organización implican miedos, expectativas irreales, conflictos y oportunidades. Instrumento principal es aquí la comunicación (información, entrevistas y encuestas, negociaciones, diálogos, talleres). Así se asegura que se dispone siempre del combustible (=voluntad) suficiente para pasar por el "valle de las lágrimas".
Estas disciplinas se prioriza según del tipo de cambio:
- Cambios estructurales (fusión, integración, reorganización) implican riesgos personales "¿dónde estaré después de la tormenta?". Más alta prioridad merece la definición de la futura estructura de personal, a que todos tengan seguridad sobre su futuro. Así se evita que los miedos y frustraciones tengan efectos traumáticos, y quitan energía importante para la construcción del cambio.
- En cambio fortalecimiento institucional (nuevas tecnologías, sistema de calidad, cambio de procesos,...) no causa miedos existenciales, pero también inseguridades y frustraciones: "¿soy capaz para lo nuevo? ¡Antes era más fácil!" Aquí se requiere una preparación técnica impecable para reducir los problemas (inevitables) con lo nuevo. Un adecuado nivel de "manejo de energía" mantiene la motivación necesaria y evita que problemas se acumulan hasta un rechazo profundo.
- La alineación política (misión, visión, cultura) es motivada en general por un cambio de las condiciones (marco legal, mercado, sociedad): "¡el rumbo actual no nos lleva al futuro!" Se requiere de los lideres no solamente la comunicación convincente de la nueva visión y la promoción firme del cambio, sino que sean ejemplos vivos. Como un gran barco, la organización necesita tiempo para un cambio de rumbo. En talleres hay que desglosar el nuevo enfoque al nivel operativo: "¿qué deberíamos hacer diferente y qué debemos dejar atrás?"
El mejor remedio contra la "resistencia al cambio" es la participación: Delegar lo más posible de la planificación hacia abajo. Eso no significa que los lideres se deshacen del trabajo, sino se enfocan más en apoyar, motivar y supervisar estas planificaciones. "La gente no es resistente al cambio, sino al ser cambiado"
Para asegurar un proceso de cambio exitoso en su organización, le ofrezco la gama completa de servicios:
- Moderación de talleres estrategicos, en base a ToC
- Moderación de talleres de evaluación
- Coaching de los ejecutivos de proyecto y
- Coaching de equipos para sus reuniones de avance
- Entrevistas y encuestas
- Asesoramiento gerencial
