Uno de los experimentos más tradicionales en el campo de adicción es el siguiente: A un ratón en una "Skinner-Box" se ofrece dos dispensadores, uno con agua y el otro con una mezcla de agua y droga adictiva. La Skinner-Box se usa en la ciencia para estudios de comportamiento. Es una jaula estandarizada que carece de cualquier estimulo fuera del mecanismo del experimento. Así se quiere garantizar que los resultados no estén influidos por otros factores.
El resultado de este experimento era que en casi el 100% los ratones elegían la droga, la consumían hasta que murieron cruelmente después de unos días. Puesto que no se ha identificado otro factor (genética del ratón, edad,...), se concluyó que la droga hace la adicción. Y en base a este experimento, los EEUU y muchas otras países fundamentan su lucha contra la droga.
Fines de los 70 el psicólogo Bruce Alexander cuestionó este experimento: Cualquier ser sensible, encerrado en una skinner-Box toma drogas para superar esta condición deprimente. El inventó el "parque de los ratones", donde los animales tenían compañía, suficiente espacio y juguetes. El resultado de su experimentos era:
- las ratas "felices" (en el "parque de los ratones") rechazan las drogas
- Incluso las ratas ya adictas (ex-presos de la skinner-box), puestas en el "parque de los ratones" dejaron el consumo inmediatamente, a pesar de los efectos desagradables de la abstinencia
Según Bruce Alexander la sociedad se ha fragmentado de tal forma, que a los individuos les falta la conexión social, cultural y espiritual. En esta situación la adicción no es el problema, sino la solución - mejor conectado con mis telenovelas, mi Facebook, mi chocolate, mi trabajo o cualquier otro objeto de obsesión, que quedarse en la nada.
Es cierto que la sociedad moderna ha creado esta jaula, pero las puertas están abiertas - ¡salgamos de la jaula y construyamos nuestro "parque humano"!
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